Aumentos del salario mínimo empujan mejoría en todos los niveles de sueldo

La población ocupada que gana menos del sueldo mínimo se redujo de 40.4 a 36.3% entre 2018 y 2023 como resultado de la política de recuperación del referente, de acuerdo con la medición de salarios equivalentes del Inegi.

La política de recuperación del salario mínimo impulsada en los últimos cinco años ha permitido la mejora de los diferentes renglones de las remuneraciones y, con ello, ha logrado la reducción de la población en condiciones críticas de ocupación.

De acuerdo con la información difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) este jueves, mientras la proporción de personas que gana hasta un salario mínimo se redujo de 40.4 a 36.3% de la población ocupada entre 2018 y 2023, la de quienes perciben más de dos referentes mínimos pasó de 10.6 a 13.0 por ciento.

A finales de 2018, el gobierno federal puso en marcha un plan para la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo que ha permitido que éste aumente de 88.40 a 207.44 pesos diarios a nivel general en cinco años, y a 312.41 pesos por día en los 43 municipios que conforman la Zona Libre de la Frontera Norte.

A pesar del comportamiento global positivo durante la presente administración, en el comparativo anual, los salarios mejor pagados tuvieron en el arranque de 2023 un ligero retroceso respecto a enero de 2022, al pasar de 13.7 a 13.0% de la población ocupada.

El Inegi comenzó a publicar desde el año pasado la medición denominada “salarios equivalentes”, herramienta con la que permite comparar en el tiempo los empleos por nivel salarial, esto como parte de los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

“El salario mínimo equivalente busca corregir el sesgo en la comparabilidad de la información estadística clasificada en términos de salarios mínimos nominales, tomando como referencia el salario mínimo de un periodo base, actualizado con el nivel general de precios”, puntualiza el instituto en la nota técnica de la medición.

Con base en este comparativo, por ejemplo, la población que gana entre uno y dos salarios mínimos mensuales es la que mayor dinamismo ha mostrado en los últimos años, renglón que aumentó de 28.9 a 32.9% de la población ocupada entre 2018 y 2023.

La mejora en los salarios se ha reflejado también en una reducción de la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación, la cual fue de 33.5% en el primer mes de este año, dato 0.2 menor a lo reportado a inicios de 2022. En enero de 2018, este indicador era de 35.8% de la población ocupada.

Bajo esta medición el Inegi incluye a las personas que tienen “condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinacióńn insatisfactoria de ambos”. En ésta se contabiliza a quienes laboran menos de 35 horas a la semana y ganan menos de un salario mínimo, además de quienes trabajan más de 48 horas semanales y perciben hasta dos salarios mínimos. En esta situación se encuentran actualmente 19.5 millones de personas.

Política laboral sin distorsiones… hasta ahora

A decir de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, hasta el momento, la política de recuperación del salario mínimo no ha generado distorsiones laborales y económicas como algunos pronosticaban, por lo que seguirán en la búsqueda de consensos con los sectores obrero y patronal para continuar con estas medidas.

“Había mucho temor de que la política de salarios mínimos generara distintas distorsiones en el mercado laboral y, sobre todo, que expulsara a mucha gente de la formalidad o incluso del mercado laboral, cosa que no ha sucedido. También el propio Banco de México tiene informes que nos demuestran que los niveles de inflación no están vinculados a la política de salarios mínimos”, expresó la funcionaria hace unos días al participar en el foro Reformas y nuevas regulaciones laborales 2023.

Sin embargo, el contexto económico de las altas tasas de inflación observado en los últimos meses sí se ha convertido en un elemento de presión para el gobierno, lo que los obligó a replantear su meta sexenal para el aumento del salario mínimo. Así, en lugar de llegar a un monto de 260 pesos por día en 2024, el nuevo objetivo es de 214.90 pesos diarios.

En entrevista previa con este medio, Luis Felipe Munguía, presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos detalló que lo que se busca para el próximo año es “una meta menos fuerte”, para que el nuevo incremento del referente no genere distorsiones en la economía y en la formación de precios.

Con la nueva cifra objetivo, y partiendo del nivel de 207.44 pesos diarios vigentes este año, puntualizó: “Nada más nos faltaría incrementar el salario mínimo 10% en términos reales. Más lo que se presente de inflación en 2023 y 2024, porque la vamos a juntar para que al cierre del sexenio el salario mínimo sea del doble respecto al de 2018”.

El 90% de los países que conforman la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cuenta con sistemas de salario mínimo, lo que a decir de la agrupación, demuestra la importancia de este mecanismo como una herramienta de justicia social.

“El salario mínimo puede proteger a los trabajadores peor remunerados frente a la pérdida de poder adquisitivo en épocas de alta inflación. Sin embargo, para que el salario mínimo resulte eficaz, es necesario ajustarlo periódicamente teniendo en cuenta, además de los factores económicos, las necesidades de los trabajadores y de sus familias”, señaló el organismo en el Informe mundial sobre salarios 2022-2023.

El Economista