Facilón, como todos los de su calaña. Juan Ignacio Barragán, el titular de Agua y Drenaje de Monterrey, no ha hecho nada más que poner en mal a su jefe, el gobernador, desde que llegó al cargo.
Pero en el colmo de los colmos, el príncipe sin corona (que lo es, por la estirpe que presume) se convirtió más en una caricatura de “Immortan Joe”, aquel personaje de la saga Mad Max, que en el “Villano Reventón” de sus sueños de opio, en los que se imagina a sí mismo como todo un hacendado perdonavidas que hace honor al presunto rancio abolengo de sus apelativos.
Conste que dije que hay una calaña como la de barragán, porque en el video que trascendió ayer en redes sociales, se encuentra reunido con un sujeto que a lo mejor es peor que él. Me refiero al aún alcalde de Santa Catarina, Jesús “Toffito” Nava Rivera, a quien de la noche a la mañana le surgió el ansia del superhéroe y anda encabezando, según él, una cruzada para conseguir agua a la sedienta y contaminada ciudad.
No extraña que Juan Ignacio Barragán tenga tan mal sistema de comunicación, autócrata como lo es, como apunta el editor de Monitor Político Ángel Quintanilla.
Sus chiflazones han trascendido y dañado la imagen de la administración de Samuel García.
Barragán es un pirrurris en toda la extensión de la palabra que ha convertido a la paraestatal en su coto personal y negocio de sus cuates y cuatas.
Pero querer salirle a los infortunados vecinos de Santa que llevan más de 10 días sin agua, con “la brillante solución” de cortarle el vital líquido a las colonias que sí están surtidas, cuando hace días presumió que el problema del abasto estaba resuelto, es francamente de dictador chiquito… de un sátrapa orate, tipo las tiras cómicas del “Rey Chiquito” del admirado Trino Camacho.